The Muslim and his Parents Spanish | El Musulmán y su Padres
The Muslim & his Parents Spanish - El Musulmán y su Padres
En el nombre de Alá, el Compasivo, el Misericordioso!"Cuanto más sabes acerca de Alá, Mahoma, el Islam, más los amas"
The Muslim and his Parents Spanish El Musulmán y su Padres:
El
Musulmán Trata A Sus Padres Con Amabilidad Y Respeto (Birr)
Una de las características principales
que distingue al verdadero musulmán es que trata a sus padres con cortesía y cordialidad,
porque es una de las obligaciones más importantes que nos prescribió el Islam,
como claramente está mencionado en el Corán y en la Sunnah.
El Islam ha elevado el rango de los
padres a un nivel desconocido en cualquier otra religión, debido a que ha
ubicado el trato respetuoso y bondadoso en un nivel inmediatamente posterior a
la importancia de la fe en Alá y Su correcta adoración.
Alá reveló numerosos versículos que
aluden a que complacer a los padres está en segundo lugar después de complacer
a Alá:
{Adorad a Alá y no Le
asociéis nada. Sed benevolentes con vuestros padres...} [4:36]
Por eso el musulmán correcto es más
amable y más respetuoso hacia sus padres que cualquier otra persona en el
mundo.
El Corán describe la elevada categoría
que tienen los padres, y explica la manera excelente en que el musulmán debe
tratarlos, si uno o ambos alcanzan la vejez.
{Tu Señor ha ordenado que no
adoréis sino a Él y que seáis benévolos con vuestros padres. Si uno de ellos o
ambos llegan a la vejez, no seáis insolentes con ellos y ni siquiera les
digáis: ¡Uf! Y háblales con dulzura y respeto. Trátales con humildad y
clemencia, y ruega: ¡Oh, Señor mío! Ten misericordia de ellos como ellos la
tuvieron conmigo cuando me educaron siendo niño.} [17:23-24]
Ésta es una orden divina que el
musulmán siente en lo profundo de su corazón: {Tu
Señor ha ordenado que no adoréis sino a Él y que seáis benévolos con vuestros
padres.} Estas palabras representan la fuerte
conexión que existe entre adorar a Alá y tratar a los padres con bondad y
respeto.
Estas aleyas no se limitan únicamente a
describir el respeto debido a los padres sino que moviliza los sentimientos de
misericordia, compasión y bondad en los corazones de los hijos de una manera
sutil, llena de humanidad: {Si uno de ellos o ambos llegan a la
vejez} Si ellos alcanzan la edad de las
enfermedades y la senilidad, y están bajo tu cuidado, debes ser muy atento y
evitar proferir cualquier palabra de queja o reproche hacia ellos: {No
seáis insolentes con ellos y ni siquiera les digáis: ¡Uf!}
Debes tomarte el tiempo necesario para escoger las palabras adecuadas para
dirigirte hacia ellos, palabras que les harán sentirse queridos y amados: {Y
háblales con dulzura y respeto.} Y debes tratarlos con humildad,
respeto y obediencia: {Trátales con humildad y clemencia}
Y ruega por ellos sin olvidarte los cuidados que te han proporcionado, cuando
te cuidaron siendo pequeño y débil: {Y ruega: ¡Oh, Señor mío! Ten
misericordia de ellos como ellos la tuvieron conmigo cuando me educaron siendo
niño.}
El corazón tierno del musulmán
encuentra en el Corán versículos que le hacen aumentar el respeto por sus
padres y lo estimulan a que los trate con suma amabilidad:
{Adorad a Alá y no Le
asociéis nada. Sed benevolentes con vuestros padres...} [4:36]
{Le he ordenado al hombre
ser benevolente con sus padres...} [29:8]
{Le hemos ordenado al hombre
ser benevolente con sus padres. Su madre le lleva [en el vientre] soportando
molestia tras molestia...} [31:14]
Quien investigue en la Sunnah
encontrará muchos hadices que refuerzan el mensaje de los versículos
citados anteriormente y reiteran la virtud de tratar con amabilidad y respeto a
los padres, y nos advierte de desobedecerlos o maltratarlos.
‘Abdullah Ibn Mas‘ûd t
dijo: Le pregunté al Profeta r
cuál es la acción más amada por Alá. Me dijo: "La oración en su debido
tiempo". Y luego qué. Dijo: "Tratar a los padres con amabilidad y
respeto". Nuevamente le pregunté: luego qué, y dijo: "El esfuerzo por
la causa de Alá". Transmitido por Al-Bujâri y Muslim
El Profeta r, un gran educador y docente, mencionó
tratar a los padres con amabilidad y respeto entre dos de las más meritorias
acciones en el Islam: la oración en su debido tiempo y el esfuerzo sincero por
la causa de Alá. ¡Qué elevada categoría le ha dado el Profeta r a los padres!
Un hombre vino a ver al Profeta r para jurarle fidelidad y emprender la
emigración y el combate por la causa de Alá con la esperanza de recibir la
recompensa, pero el Profeta r
no se apresuró en aceptar su compromiso, sino que le preguntó: "¿Tienes a
tus padres vivos?" El hombre respondió: Si, ambos lo están. El Profeta r le preguntó: "¿Deseas obtener la
recompensa de Alá?" El hombre contestó afirmativamente. Entonces el
Profeta r le dijo: "Regresa con tus padres
y trátalos de la mejor manera" y en otra ocasión dijo: "Esfuérzate
haciéndote cargo de ambos". Transmitido
por Al-Bujâri y Muslim
En medio del alistamiento y preparación
de su ejército para el Yihâd, el Profeta r
no se olvidó de la debilidad de los padres y sus necesidades, por eso convenció
con sutileza a este voluntario para que cuidara a sus padres, a pesar de que en
ese momento él necesitaba de toda la colaboración posible para emprender el Yihâd
por la causa de Alá.
Cuando la madre de Sa‘d Ibn Abî
Uaqqâs le reprochó a su hijo haber abrazado el Islam, le dijo: Abandona el
Islam, de lo contrario dejaré de alimentarme hasta que me alcance la muerte, y
entonces sentirás vergüenza ante los árabes cuando digan: ¡Él mató a su madre! Sa‘d
le dijo: “Te juro por Alá que aunque tuvieses cien almas, y las viera salir de
tu cuerpo una por una, jamás dejaría el Islam”. Entonces Alá reveló un
versículo que el Profeta r
recitó delante de los musulmanes, y en el que Sa‘d es reprendido por
contestarle de esa manera descortés a su madre:
{Si vuestros padres se
esfuerzan por hacer que Me asociéis copartícipes no les obedezcáis, pues es
sabido que carecen de fundamento válido, pero tratadles con respeto...} [31: 15]
La historia del devoto Yuraiy,
que fue contada por el Profeta r,
es un claro ejemplo de la importancia de respetar y obedecer a los padres. Un
día su madre lo llamó mientras él estaba orando, y se preguntó a sí mismo: ¡Mi
Señor! ¿mi madre o mi oración? Y escogió continuar rezando (en lugar de
responderle a su madre). Ella lo llamó nuevamente, pero él continuó orando y no
le contestó. Ella lo llamó por tercera vez, y cuando no le respondió ella rogó
a Alá que no permita que su hijo muera hasta no verse enredado con prostitutas.
En esa comarca había una prostituta que
había quedado embarazada de un pastor. Cuando se dio cuenta que estaba
embarazada, el pastor le dijo: Si te preguntan por el padre del bebé, diles que
es de Yuraiy el piadoso. Cuando ella lo hizo público, la gente fue a
destruir el oratorio de Yuraiy, el gobernante lo mandó a llamar para
juzgarlo ante la gente, y en el camino Yuraiy recordó el ruego de su
madre y sonrió. Cuando fue traído para ser castigado pidió permiso para hacer
una oración, luego pidió que le traigan al bebé y le preguntó susurrándole al
oído: ¿Quién es tu padre? Y el bebé respondió en voz audible: Mi padre es
fulano, el pastor (Éste es uno de los tres niños que hablaron en la cuna. Los
otros dos son: Jesús, hijo de María y el niño que estaba con su madre entre las
personas de Al-Ujdûd (el foso)). Las personas exclamaron: ¡La ilâha
illa Alá! ¡Aláhu Akbar! Luego le dijeron a Yuraiy:
Reconstruiremos tu oratorio con oro y plata. Pero él les dijo: No, simplemente
reconstrúyanlo como era antes, con ladrillos de barro.
Respecto a esta historia transmitida
por Al-Bujâri, el Profeta r
dijo: "Si Yuraiy hubiera tenido el conocimiento adecuado hubiera
sabido que responderle a su madre era más importante que continuar con su
oración". Los sabios sugieren que si la persona está rezando una oración
voluntaria y uno de sus padres lo llama, debe interrumpir su oración y
contestarle.
- Ser amable y respetuoso con ellos aunque no sean
musulmanes
El Profeta r mostró el más sublime ejemplo de
tolerancia y aceptación cuando exhortó a los musulmanes a tratar con cortesía y
bondad a sus padres, aunque profesasen una religión diferente al Islam. Esto
está claramente registrado en el Hadîz narrado por Asmâ' Bint Abî
Bakr t, quién dijo: Mi madre vino a
visitarme, y ella era idólatra durante la vida del Profeta r. Entonces le pregunté al Profeta r: Mi madre ha venido a visitarme y
necesita mi ayuda ¿Acaso debo ayudarla? Y él respondió: "Sí, relaciónate
con tu madre de la mejor manera y ayúdala". Transmitido por Al Bujâri
y Muslim
El musulmán que entiende el significado
de la guía coránica y de las enseñanzas del Profeta r no puede sino ser el que mejor trata a
sus padres en todo momento. Éste fue el proceder de los Sahâbah y de
aquellos que siguieron el camino recto.
Un hombre le preguntó a Sa‘îd Ibn Al
Musaiib t: He comprendido todos los versículos
acerca del respeto y la bondad hacia los padres, pero respecto al que dice {Y
háblales con dulzura y respeto.} ¿Cómo debo dirigirme hacia ambos con
dulzura y respeto? Sa‘îd le respondió: Debes dirigirte a ellos como un
sirviente se dirige a su amo. Ibn Sîrîn t
solía hablarle a su madre con voz suave, como la de una persona enferma, debido
al respeto que le tenía.
Además de la obligación de tratar a los
padres con benevolencia y respeto, el Islam nos advierte sobre desobedecerles.
Desobedecer a los padres está relacionado con la idolatría (Shirk), así
como tratarlos con cordialidad y respeto está relacionado con la fe en Alá. La
desobediencia a los padres es una injusticia que los musulmanes evitan cometer,
porque ello disminuye su recompensa y se cuenta entre uno de los peores
pecados.
Abû Bakrah dijo: El Mensajero de Alá r nos dijo tres veces: "¿Queréis
que os informe sobre el peor de los pecados?" Nosotros dijimos: Por
supuesto ¡Oh, Mensajero de Alá! Entonces dijo: "Atribuir copartícipes a
Alá y desobedecer a los padres". Transmitido por Al-Bujâri y Muslim
- LA madre primero, luego EL padre
Las enseñanzas islámicas mencionan la
justicia y la equidad en el buen trato a los padres, para evitar tratar bien a
uno de ellos a expensas del otro, y por eso nos indican cómo tratarlos
individualmente. Así cuando un hombre vino a dar su juramento de fidelidad el
Profeta r le preguntó si ambos padres estaban
vivos y le ordenó hacerse cargo de ambos y cuidarlos. Esto indica que el
musulmán debe tratar respetuosamente a ambos por igual. También hemos
mencionado que fue ordenado a Asmâ' vincularse y ayudar a su madre,
aunque no era musulmana.
En cierta ocasión un hombre se acercó
al Profeta r y le preguntó: ¡Mensajero de Alá!
¿Quién es la persona que más se merece mi compañía? Respondió: "Tu
madre". El hombre preguntó: ¿Luego quién? "Tu madre" respondió.
El hombre preguntó nuevamente: ¿Luego quién? El Profeta r dijo: "Tu madre". El hombre
preguntó por último: ¿Y luego quién? El Profeta r
dijo: "Luego tu padre". Transmitido por Al-Bujâri y Muslim
Este Hadîz confirma que el
Profeta r dio preferencia al trato amable a la
madre por encima del padre.
El Imâm Al-Bujâri comienza su
libro Al-Adab Al-Mufrad con un capítulo titulado ‘El trato amable y
respetuoso con los padres’ (Birr Al-Uâlidain), en el cual ubica el trato
amable y respetuoso hacia la madre antes que al padre, de acuerdo con las
enseñanzas del Profeta r.
El Corán evoca los sentimientos de amor
y respeto en el corazón del hijo, y lo estimula a que trate a sus padres con
cortesía. Ubica a la madre primero debido al embarazo y al amamantamiento, y a
los dolores y molestias que ella sufre durante estas dos etapas. Esto es
descrito en el Sagrado Corán de una manera sutil y compasiva.
{Le hemos ordenado al hombre
ser benevolente con sus padres. Su madre le lleva [en el vientre] soportando
molestia tras molestia, y su destete es a los dos años. Sed agradecidos conmigo
y con vuestros padres; y sabed que ante Mí compareceréis.} [31:14]
¡Qué enseñanza tan suprema! ¡Qué
consejo tan compasivo! {Sed agradecidos conmigo y con vuestros
padres...} Agradecerle a los padres todo lo que
ellos han hecho por sus hijos se ubica inmediatamente después de agradecerle a
Alá, y es una de las acciones más virtuosas. ¡Qué elevado rango que esta
religión le otorga a los padres!
El niño crece, se enriquece, y su
esposa y sus hijos lo distraen de ocuparse de sus padres. Se olvida todo lo que
sus padres invirtieron en él, no colabora con ellos, mostrándose desagradecido.
Pero el musulmán correcto debe evitar esto, porque es consciente de las
enseñanzas sabias del Islam, y responde con las palabras del Profeta r: "Tú y tus riquezas pertenecéis a
tu padre" cuando un hijo se queja de que su padre había tomado algo de sus
bienes. Transmitido por el Imâm Ahmad, Abû Daûd e Ibn Mâyah
con un Isnâd Hasan.
El musulmán correcto se aferra a estas
enseñanzas del Profeta r,
y su corazón está lleno de amor, respeto y bondad hacia sus padres.
- Trata bien a los amigos de sus padres
El Islam no se limitó a enseñar tratar
a los padres con cortesía y respeto, sino que también prescribió honrar a
aquellas personas que los padres aman.
Ibn ‘Umar t
informó que el Profeta r
dijo: "El mejor tipo de bondad (Birr) es que la persona visite y
honre a los amigos de sus padres".
Según otra narración: "Uno de los
mejores tipos de bondad (Birr) es que la persona visite y honre a
quienes son los amigos de sus padres, incluso luego de que sus padres
mueran". Transmitido por Muslim
‘Abdullah Ibn ‘Umar t
se encontró con un amigo de su padre ‘Umar t, y lo trató con cortesía y respeto.
Algunos de los que estaban con él le dijeron: ¿Acaso no es suficiente con
haberle dado dos dirhams en caridad? Ibn ‘Umar dijo: El Profeta r dijo: "Visita a los amigos de tu
padre y no cortes el vínculo con ellos, pues, sí lo haces, Alá extinguirá tu
luz". Transmitido por Muslim
Un hombre le preguntó al Profeta r: ¡Mensajero de Alá! ¿Hay algún acto de
bondad o respeto que pueda realizar por mis padres cuando hayan fallecido?
Respondió: "Si, hay cuatro: Orar y pedir perdón por ellos, cumplir con sus
promesas, honrar a sus amigos, y relacionarte con sus parientes, pues no tienes
parientes sino a través de ellos". Transmitido por Al-Bujâri en Al-Adab
Al-Mufrad
El musulmán correcto siempre busca
fortalecer los lazos de amistad con aquellas personas que sus padres amaron.
Continúa preocupándose por sus padres aun después de que ellos han muerto,
debido a que nunca se olvida de sus amistades. Los sentimientos nobles como
éstos, y las amistades sinceras, agregan belleza y placer a la vida.
En occidente, podemos ver como muchos
hijos abandonan a sus padres cuando alcanzan la mayoría de edad, y cortan los
vínculos. Nunca visita a sus padres ni les demuestra compasión o afecto. Hace
su propia vida, y se olvida de aquellos que tanto amor le dieron y cuánto se
sacrificaron, y que ahora están enfrentando momentos difíciles de sus vidas,
después de haber ofrecido los mejores días de sus vidas por sus hijos, cuando
éstos comenzaban a dar sus primeros pasos.
Cuanta diferencia entre esa ingratitud,
y el respeto, bondad, afecto y amor mostrados por el musulmán obediente a sus
padres durante su vida e incluso luego de la muerte. Ningún otro sistema o
estilo de vida se asemeja a lo que enseña el Islam.
- Cómo muestra bondad y respeto hacia ellos
El musulmán que aplica las enseñanzas
del Islam es muy amable con sus padres. Les demuestra el mayor de los respetos,
se pone de pie para saludarlos cuando entran al lugar donde él está, besa sus
manos, baja su voz en señal de cortesía cuando les habla, es humilde con ellos,
les habla con respeto, nunca es rudo o áspero cuando se dirige hacia ellos, y
jamás los trata de una manera irrespetuosa, no importa las circunstancias. En
todo esto, él está cumpliendo la orden de Alá:
{Tu Señor ha ordenado que no
adoréis sino a Él y que seáis benévolos con vuestros padres. Si uno de ellos o
ambos llegan a la vejez, no seáis insolentes con ellos y ni siquiera les
digáis: ¡Uf! Y háblales con dulzura y respeto. Trátales con humildad y
clemencia, y ruega: ¡Oh, Señor mío! Ten misericordia de ellos como ellos la
tuvieron conmigo cuando me educaron siendo pequeño.} [17:23-24]
Si sus padres están fallando o
desviándose del camino del Islam, el musulmán obediente debe, con cortesía y de
la mejor manera, evidenciarles su error. No debe condenarlos severamente sino
que debe utilizar pruebas sólidas para convencerlos, con lógica y palabras
sabias, hasta que ellos sean concientes de su equivocación y retornen al camino
de la justicia y la verdad.
El musulmán sabio no se olvida que debe
honrar a sus padres aunque éstos sean idólatras o politeístas. Y aun siendo
consciente de que el Shirk es el más grave de los pecados, cumple con su
responsabilidad acatando la orden de Alá:
{Le hemos ordenado al hombre
ser benevolente con sus padres. Su madre le lleva [en el vientre] soportando
molestia tras molestia, y su destete es a los dos años. Sed agradecidos conmigo
y con vuestros padres; y sabed que ante Mí compareceréis. Si vuestros padres se
esfuerzan por hacer que Me asociéis copartícipes no les obedezcáis, pues es
sabido que carecen de fundamento válido, pero tratadles con respeto.} [31:14-15]
Los padres son los más íntimos y
queridos parientes, pero la relación con ellos, aunque debe ser muy
considerada, viene después de la ‘Aqîdah (la creencia correcta). Si los
padres son idólatras e intentan influenciar a su hijo para que siga una falsa
creencia, él no debe obedecerlos debido a que el musulmán no debe obedecer a un
ser creado si eso implica desobedecer al Creador. La fe tiene prioridad por
encima de toda relación entre los seres humanos. Sin embargo, el hijo debe
tratar a sus padres con mucha amabilidad y respeto y cuidar siempre de ellos.
El musulmán correcto intenta hacer
felices a sus padres, desde luego dentro de los límites que Alá estableció. No
ahorra ningún esfuerzo para demostrarles cuánto los honra y respeta,
proporcionándoles la mejor comida, la mejor ropa y albergándolos de la mejor
manera, según sus posibilidades. Les habla amablemente, y les muestra un rostro
agradable y sonriente, demostrándoles amor, ternura, fidelidad y gratitud, como
ellos se merecen.
El respeto y las obligaciones del
musulmán hacia sus padres trasponen incluso el umbral de la muerte. Se
puede dar dinero como caridad en nombre de ellos, y rogar frecuentemente
por ambos, como dice Alá:
{Trátales con humildad y
clemencia, y ruega: ¡Oh, Señor mío! Ten misericordia de ellos como ellos la tuvieron
conmigo cuando me educaron siendo pequeño.} [17:24]
Ésta es la naturaleza de la enseñanza
islámica respecto al respeto y a la bondad que deben ser mostrados hacia los
padres. Pero los musulmanes hoy en día ¿están siguiendo esta enseñanza o se
encuentran sumergidos en el materialismo de la civilización moderna? Algunos
padres ni siquiera reciben un mínimo cuidado, a no ser que tengan hijos
piadosos.
El modelo social propuesto por
occidente, que muchos musulmanes siguen, no incluye el buen trato a los padres,
o hacerse cargo de ellos durante su vejez, ni siquiera protegerlos. Muchos sólo
piensan en su esposa e hijos, y en muy escasas oportunidades dedican tiempo
para demostrarles cariño a aquellos que permanecieron tantas noches en vela
preocupándose por una enfermedad y gastaron tanto como tenían en su educación,
transmitiéndoles las enseñanzas que los ayudarían en su vida.
Tratar a los padres con cortesía y
amabilidad, ser generoso con ellos, hablarles con mucho respeto y suavidad y
sonreírles siempre, es lo que el musulmán debe hacer. No se debe abandonar esta
actitud, no importa en que situación se encuentren. Esto los protegerá de ser
rudos y egoístas, y los hará más humanos y honrados, y les evitará caer en la
ingratitud, y sobre todo, esta actitud les abrirá las puertas del Paraíso.
Dijo el Profeta r: “El paraíso yace
a los pies de tu madre”. Y dijo también: "¡Desgraciado aquel que tenga a
uno de sus padres o a ambos, siendo ellos ancianos, y no se gane al Paraíso
honrándolos." Transmitido por Muslim.
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